Siempre se ha dicho que España es un país de cotillas pero no es tanto este atributo patrimonio nacional como quisiéramos… Lo cierto es que otros países con mejor reputación como Inglaterra son auténticos consumidores de prensa rosa y sensacionalista. Y es muy sencillo, todos tenemos en nuestro interior un pequeño ser (o no tan pequeño) que lucha por descubrir los escándalos o tropiezos de los demás, sin importar nuestra nacionalidad. Y eso, las marcas lo saben.
Hace unos días saltaba a la palestra el “escándalo” internacional del príncipe Harry tras publicar en su Facebook personal una serie de fotos en las que aparecía desnudo por la habitación de un hotel de lujo en Las Vegas que, posteriormente, se filtraron a la prensa internacional, a pesar del esfuerzo de la familia real inglesa para evitarlo.
Las reacciones publicitarias no se han hecho esperar. El primero en mover ficha ha sido el departamento de Turismo de Las Vegas, que ha lanzado una campaña publicitaria aprovechando el tirón del asunto en la que aboga que el Príncipe ha violado la famosa ley no escrita de la ciudad que recuerda “lo que pasa en Las Vegas, se queda en las Vegas”.
Y el segundo caso publicitario que se ha hecho eco del asunto ha sido la famosa marca de desodorantes para hombre Axe . En esta campaña, Axe pide perdón al príncipe Harry por el escándalo, por si tuviera algo que ver en el asunto.
Todo un ejemplo: campañas sencillas pero muy oportunas. Sin duda, la capacidad de respuesta de estas marcas ante este tipo de situaciones ha marcado, con estas simples frases y dando pie a la participación en sus redes sociales, la oportunidad de una repercusión importante y sobre todo con un coste muy reducido.
Con este tipo de estrategia encontramos a lo largo del tiempo innumerables marcas como Benetton o Ryanair que, de manera más o menos lograda, han utilizado el escándalo y la provocación del momento, para conseguir un eco informativo a través de los medios de comunicación que recogían la noticia.
Podríamos entrar en un debate sobre si este tipo de estrategias publicitarias son las más adecuadas o si realmente este tipo de acciones, más que ayudar, perjudican la imagen de las distintas marcas o compañías. ¿Qué pensáis?