El reto era crear una campaña de impacto que apelara a la unión con el equipo dejando de lado el feeling emocional. Nuestra idea partió del enraizamiento de la gente con los colores del equipo. Surgió el Síndrome Franjiverde. Un virus que se extiende por aquellos que aman al Elche CF. Creamos la Unidad de Detección del Síndrome Franjiverde. Vitorear, ondear la bufanda, divertidos Rayos X o una asombrosa prueba genética formaban parte de nuestra peculiar forma de detectar el virus. Sometimos a diferentes pruebas de franjiverdismo a miles de personas durante los meses de campaña, logrando más de 8.000 abonados.
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